Para todas sus ventajas, el aire comprimido siempre ha tenido una desventaja: Se necesita mucha energía para producirlo. En un momento en el que los precios de la energía son elevados y la necesidad de una mayor sostenibilidad, puede ser un verdadero desafío. Afortunadamente, ahora existen numerosas tecnologías innovadoras que le permiten producir aire comprimido de forma eficiente. Y, para reducir aún más su consumo de energía, puede consultar estos consejos de ahorro energético para su instalación de aire comprimido.
Cuando se utiliza un compresor de velocidad fija tradicional, los gastos energéticos suelen representar el 70 % del coste total de propiedad, o incluso más. Sin embargo, una unidad moderna con tecnología de accionamiento de velocidad variable (VSD) puede reducir el consumo de energía en más de un 50 %. Y estos ahorros aumentan rápidamente.
De media, las fugas añaden un 20 % a la factura energética de los usuarios de aire comprimido. Por eso, la prevención y el taponamiento de los mismos deben estar en lo más alto de su lista de prioridades.
Incluso una fuga pequeña puede ser muy cara: Una fuga de 3 mm a una presión de 7 bares puede costar $1,300 dólares al año. Para garantizar que estos pequeños orificios no se conviertan en un gran problema, asegúrese de que ha instalado una red de tuberías fiable.
Periódicamente, debe utilizar la tecnología de detección de fugas ultrasónica para encontrar nuevas fugas. Y, mientras tanto, si escucha un sonido silbido procedente de sus tubos, cubra la fuga sospechada con agua jabonosa. Si aparecen burbujas, debe tomar medidas.
Obviamente, debe asegurarse de que la presión sea lo suficientemente alta para satisfacer su demanda. Pero usted no quiere que sea más alto de lo necesario. Por cada bar que pueda reducir la presión, puede reducir su consumo de energía en aproximadamente un 7 %.
Un compresor controlado por frecuencia suele proporcionar una presión de trabajo ajustable (normalmente entre 4 y 13 bar). Eso puede ayudarle a conseguir que la presión sea correcta y ahorrar dinero.
Comprimir aire genera mucho calor. ¡No lo deje desperdiciar! Por ejemplo, utilice un intercambiador de calor para calentar calderas de vapor, agua de proceso o su sistema de calefacción central. Sí, esto requiere una inversión inicial, pero es una inversión que se pagará rápidamente por sí misma.
Optimizar el funcionamiento de varios compresores con un controlador central. Garantiza que se utilice la combinación correcta de compresores con la presión correcta del sistema. Esto le permite sacar el máximo partido a todas sus máquinas. Esto no solo mejora la eficiencia de su sistema de aire comprimido, sino también su vida útil y fiabilidad.
Uno de los consejos más importantes para ahorrar energía en su instalación de aire comprimido es garantizar que el mantenimiento sea adecuado. De este modo, se garantiza que su sistema permanezca en condiciones óptimas y sea el más eficiente posible. Recuerde: Cuando su compresor se encuentra en perfectas condiciones, ahorrará.
Muchas operaciones son muy ineficientes. Los procesos se cambian, las máquinas se sustituyen… todo sin tener en cuenta si esto afectará a la presión del sistema o del sistema de aire comprimido. Para evitar que esto le suceda, revise periódicamente su sistema de tuberías. Debe asegurarse de que el aire comprimido alcanza su definición a la distancia más corta posible. Cualquier desvío le costará dinero.
Al implementar estos consejos de ahorro energético para su instalación de aire comprimido, podrá reducir su factura de electricidad. Al mismo tiempo, puede reducir el impacto medioambiental y contribuir a un futuro más ecológico.
Si necesita ayuda para implementar estos consejos o tiene alguna pregunta sobre ellos, póngase en contacto ahora con un experto de Worthington Creyssensac.